Las partes autobiográficas pudieran no ser de interés para muchos miembros, pero para aquellos que no conocen mis antecedentes creo que dejarlas fuera, dejaría a los lectores preguntándose que autoridad tengo para hacer las observaciones que están en el resto del articulo. No tengo objeción a que todo el artículo tenga un enlace con el sitio web de SESI.
FINANZAS PARA LAS INICIATIVAS SUBUD EN KALIMANTAN
Cuando vine por vez primera a Indonesia para el histórico Cuarto Congreso Mundial Subud en Wisma Subud, yo tenía veintiún años. Me había graduado de contador público en la Ciudad de Londres y, habiendo comenzado a trabajar a la edad de diecisiete en una firma de contadores de tamaño mediano, ya tenía sobre mis costillas cuatro años de experiencia como oficial de auditoría. Aunque este trabajo de oficina parecía mundano, me llevó a contactar de primera mano con gente que manejaba una amplia variedad de negocios. Tenía la libertad de hacer muchas preguntas y trataba de entender cómo funcionaban estos negocios, y a veces por qué fracasaban. Estaba en el equipo de auditoría de inter alia, un productor de ladrillos en Sussex, un fabricante de textiles en Glasgow, un importador de frutas cítricas en los muelles de Liverpool, restaurantes en Piccadilly, un importante desarrollador de bienes raíces en el centro de la ciudad, un negocio de administración de hoteles, un banco mercantil en la Ciudad de Londres y un negocio de programas de televisión de nivel mundial, cuyos locales de oficina en la calle Sloane del Oeste de la ciudad resultaron ser un frente para el comercio de armas del fundador de la SAS británica.
Al inicio de los setenta, me senté en el Comité Nacional Subud Británico como su tesorero y pude chequear los asuntos del Trust Subud de Bienestar Social. Cuatro años más tarde, en 1975, se me pidió tomar un permiso sin sueldo de mi oficina en Londres para venir a Yakarta por unas pocas semanas para ayudar a mejorar los sistemas internos de control en la PTS Widjojo cuando el Centro S Widjojo estaba en construcción. En el Congreso Mundial Subud de 1979 en Toronto fui designado para un comité consultivo para el Banco Susila Bakti. Basado en Singapur, volé a Yakarta los fines de semana a veces tanto como cincuenta veces al año, parando usualmente como huésped con Wayne Lerrigo, Sharif Horthy y Rashad Pollard.
Cinco años más tarde, en 1984, me pidieron unirme a un equipo encabezado por Lienhard Berger para revisar el Proyecto Amanecer que en esa época estaba involucrado con el diseño de planes para el redesarrollo del Puerto Darling en Sídney. Luego estuve viviendo seis meses en una cabina en el lugar de la construcción en Anugraha, cuidando del millón de dólares que Adán Albright generosamente entregó para asegurar que se les pagara a todos los contratistas de edificios. Posteriormente, luego de pasar tres años en Hong Kong, tuve un asiento como representante accionista para PTS Widjojo. El equipo de Lienhard entregó una compañía limpia a fines de 1996 solo para ver a la compañía caer en problemas creados por su nueva junta.
Fundé una compañía llamada Kalimantan Investment Corporation (“KIC”) con objeto de adquirir, por solo un dólar, un contrato de trabajo minero de Indonesia que una compañía australiana llamada Molopo deseaba vender. Esto permitió crear una estructura formal de inversión corporativa para aquellos miembros Subud cuyo dinero, que había sido originalmente enviado para comprar lotes de terreno en Tengkiling, lo habían desviado al proyecto de exploración minera. Otros en un círculo estrecho que deseaban arriesgar dinero fresco en la exploración también podían invertir en KIC acciones ordinarias. Esta fue la precursora de la actual compañía Kalimantan Gold Corporation (“KGC”), que esta listada públicamente tanto en las bolsas de Toronto como en la de Londres. Ni la KIC ni KGC han tenido deudas en los libros.
También he tenido asiento en las juntas de administración de la Fundación Yayasan Muhammad Subud y en la de fideicomisarios de su contraparte registrada en los Estados Unidos, la Fundación Muhammad Subuh. A continuación del fallecimiento de Bapak Subuh, sus herederos fundaron ellos mismos como propietarios, una pequeña compañía llamada PT Pancaran Cahaya Bahagia (“PT PCB”) establecida por Bapak Subuh, unos años antes de morir, con objeto de ser pionera en la participación de Subud en Kalimantán. La compañía tuvo el derecho sobre 600 hectáreas de tierra en Tengkiling, prometidas por el entonces Gobernador de Kalimantán Central a Bapak Subuh. También tenía un significativo número de acciones en el esfuerzo de exploración minera. Los herederos de Bapak donaron todas sus acciones en PT PB a la Yayasan Muhammad Subuh. Tengo la impresión que la mayoría de los miembros no están conscientes de lo que la familia de Bapak entregó gratuitamente a los intereses institucionales de Subud
Habiendo pasado dieciocho años como socio en una firma internacional de contaduría en Singapur, Hong Kong e Indonesia y otros diez años como presidente del país para una compañía listada públicamente con cerca de 130,000 empleados en Indonesia, involucrada en todo, desde ensamblaje de autos hasta plantaciones de aceite de palma, finanzas, supermercados, hoteles de lujo, minería de carbón, bancos y equipos pesados, tengo un razonable entendimiento de cómo operan los negocios globales en Asia, y en particular en Indonesia. Me he sentado en las juntas de la Cámara de Comercio Británico y de la Cámara de Comercio de Negocios Europeos y he sido invitado más de una vez al Palacio como portavoz con el fin de informar al Presidente de la República de las preocupaciones de los inversionistas extranjeros en anticipación de su asistencia a las reuniones del G20.
También he traído un grupo multidisciplinario de doce hombres para reunirse con el actual Gobernador de Kalimantán Central para discutir el establecimiento de una Autoridad Regional para el Desarrollo que coordine los planes de todas las provincias en Kalimantán. A solicitud del Gobernador la reunión se celebró en el Centro Muhammad Subuh en Rungan Sari. Esto fue un verdadero hito. Años antes, cuando no había nada que ver sino arena y arbustos, yo había asistido a la colocación de la primera piedra por Ibu Siti Rahayu en el lugar del Salón de Latihan en Rungan Sari. El lugar ha tenido una larga trayectoria desde entonces.
Hasta el presente se han invertido veinticinco millones de dólares por Kalimantán Gold Corporation en el esfuerzo de exploración minera. Aun hoy permanece como una empresa especulativa a la que solo le queda un año en su fase de exploración antes de que se le exija, bajo los términos de su contrato de trabajo, pasar a una fase de factibilidad. El reloj de “un año” comienza a correr tan pronto se reciba el largamente esperado permiso del Departamento de Silvicultura.
Separadamente, gracias a la iniciativa de dos miembros Subud, algo más de un millón de dólares se ha invertido privadamente en infraestructura básica y un pequeño hotel en Rungan Sari completo con piscina, cancha de tenis e instalaciones para reuniones. La comunidad Subud allá, hasta donde puedo ver, permanece como comunidad basada en la fe. Las casas son de buena calidad, el hotel y una bien dotada escuela administrada por Subud con noventa alumnos, hay poco más de importancia sobre lo cual hablar.
A diferencia de la situación de hace varios años cuando era difícil acceder a crédito en Indonesia, los bancos y otros compañías de servicios financieros compiten ahora fuertemente unos con otros para suministrar préstamos y otras formas de crédito a todo lo largo y ancho del archipiélago. Cualquier negocio que ande bien, especialmente los que sirven a una empresa conjunta minera en la cual haya invertido una minera importante, no debe tener dificultad para acceder a préstamos de capital de trabajo.
Cualquier negocio que no pueda acceder a crédito en la Indonesia de hoy es casi por definición un crédito de alto riesgo. Es importante para los miembros Subud en cualquier parte del mundo entender esto, especialmente si pretenden invertir en una compañía de servicios financieros administrada por Subud tal como la que recientemente el Consejo Mundial Subud ha alentado establecer. Cualquiera de esas compañías de servicios financieros debería, en mi opinión, pertenecer y funcionar solo por un pequeño círculo de gente experimentada que esté dispuesta a arriesgar su propio capital. No debe pertenecer a cientos de inversionistas sin experiencia.
Las normas de gobierno en Subud han estado, durante varios años hasta ahora, por debajo de lo que debieran estar. Por ejemplo, la Asociación Mundial Subud y la Fundación Muhammad Subuh han fracasado por muchos años en presentar sus finanzas auditadas dentro del tiempo límite especificado en sus respectivas constituciones. La responsabilidad de las organizaciones es un componente clave de la democracia. Sin competencia, la integridad está sobrevalorada.
Independientemente del aspecto de gobierno, no estoy convencido que haya actualmente suficiente experiencia en el Consejo Mundial Subud para actuar como freno efectivo al entusiasmo del Ejecutivo de la WSA. Esto hace necesario que los miembros Subud que no estén directamente involucrados con el Consejo Mundial Subud permanezcan vigilantes y hagan lo que sea necesario para proteger a los miembros Subud en todas partes de invertir en cualquier empresa solo porque parezca coincidir con el deseo general de estar involucrados con Kalimantán. Mi propio punto de vista es que por el momento invertir en Kalimantán sigue siendo una acción de alto riesgo y, como tal, no es algo que deba alentarse a cientos de pequeños y no preparados inversionistas. Ese lugar deben tomarlo unos pocos valientes y con bien abultados bolsillos que estén inclinados a asumir ese desafío.
En el transcurso de muchas décadas, los negocios se pueden desarrollar y reinventar ellos mismos. Por ejemplo, un buen día Kalimantan Gold Corporation pudiera, con una junta ampliada de directores, reestructurarse y proyectarse más allá de su actual y dedicado enfoque de exploración minera. Eso permitiría a la KGC convertirse en un vehículo para futuras inversiones en Kalimantán en un plano mucho más amplio. Como compañía pública listada se le exige que cumpla con las regulaciones de dos acreditadas bolsas de valores. Por lo tanto, es de esperar que las normas de gobierno sean mejores que lo que se ha experimentado en los últimos pocos años en PTS Widjojo.
Aun así, los informes de KGC deben leerse cuidadosamente. Usando la corriente dominante de los medios Subud, KGC ha recalcado consistentemente su compromiso con el trabajo comunitario. Sin embargo, a partir de un cuidadoso escrutinio de las últimas declaraciones provisionales está claro que se ha gastado más en los seis meses hasta el 30 de junio en opciones de acciones ejecutivas que lo que se ha gastado en el desarrollo comunitario en toda la historia del proyecto. Sin lugar a dudas esta es una verdad inconveniente. La remuneración desproporcionada es uno de los asuntos que hay que vigilar, especialmente en una comunidad tal como la que tenemos en Subud donde tanto trabajo básico se ha hecho sobre base voluntaria, sin pago.
Hay muchas razones por las que las empresas Subud en gran escala han fracasado. Para mí la que sobresale como la más obvia es que fueron derrotadas por la incapacidad para administrar las obligaciones de deuda. En algunos casos esto se debió a que los negocios estaban subcapitalizados y en consecuencia se apoyaron demasiado en préstamos bancarios, que al final no pudieron reembolsarse. En otros casos los términos de los préstamos suministrados por uno o dos miembros Subud fueron injustamente parcializados contra los accionistas a favor de los prestamistas. En efecto, los prestamistas se habían posicionado ellos mismos con ventajas personales a expensas del grueso de los inversionistas.
Mi visión es que durante los próximos muchos años por venir, las inversiones Subud en Kalimantán serán en su mayor parte fundamentalmente en la forma de acciones. De otra manera los esfuerzos seguirán estando a merced de los prestamistas.
LvH : Pamulang, Indonesia 5 de Septiembre 2011